La gastronomía de Estonia, así como todo lo relacionado al
resto de su cultura, ha sufrido una gran influencia por parte de otros pueblos
a lo largo de su historia. Los estonios pertenecen a los pueblos fínicos,
originarios de la región del río Volga, donde surgió su cultura, alrededor del
2000 a. C. Existen diversas teorías acerca de la época en que se dieron las
migraciones de estos pueblos. En virtud de algunas, los estonios habrían
alcanzado la región báltica en los comienzos de la Era Cristiana; según otros,
habrían llegado allí mucho antes. En el litoral báltico se encontraban ya
poblaciones de pueblos germánicos, con las cuales los estonios se mezclaron y
fueron objeto de influencias culturales decisivas.
A través de los siglos, los estonios sufrieron sucesivas
invasiones y fueron subyugados por diversos pueblos, de manera que los trazos
de su cultura original sólo sobreviven en el folclore. La gastronomía de
Estonia presenta asimismo esta fuerte influencia de la cocina de aquellos
diversos pueblos, principalmente la escandinava, rusa y alemana.
Por ende, resulta difícil definir una gastronomía
"típicamente" estonia. Una de sus principales características, sin
embargo, es que es extremadamente simple, y emplea a menudo productos
alimenticios agrícolas, como, por ejemplo, repollo fermentado, carne de cerdo,
patata, mucha leche y sus derivados. La cocina estonia también es rica en
frutos silvestres y setas (fue principalmente a partir del siglo XX que la seta
pasó a convertirse en parte integrante de la cocina estonia). Especialmente la
leche y sus derivados como el suero de mantequilla y la nata fermentada, con un
sabor ligeramente ácido, son esenciales y se encuentran con mucha frecuencia en
las recetas estonias. La comida nacional estonia más conocida es la verivorst
(morcilla, literalmente: "salchicha de sangre"), acompañada a menudo
de mulgikapsad (chucrut), que es servida sobre todo en invierno y muy
especialmente en la noche de Navidad.
Otro importante elemento en la cocina estonia es el pescado,
procedente bien del mar Báltico o de los numerosos lagos y ríos del interior
del país. Un plato típico es el arenque con patatas cocidas, nata agria y
rodajas rebanadas de cebolla, entre otros ingredientes.
La patata también es un ingrediente muy importante en la
cocina estonia, superando desde el final del siglo XIX el uso del nabo y de la
rutabaga. A pesar de ello, son vegetales aún muy apreciados hoy en día.
Uno de los alimentos estonios más antiguos es probablemente
la harina de Kama (una mezcla de cebada asada, centeno, avena y harina de
guisantes). Esta tradicional mezcla de granos triturados es incluso hoy día
empleada para confeccionar algunos postres o como alimento para niños.
Al igual que sus vecinos finlandeses y rusos, los estonios
producen sus propias bebidas alcohólicas. Las bebidas más apreciadas en Estonia
son: la cerveza (õlu), en cuya producción destacan las cervecerías Saku o A. Le
Coq), los vodkas (viin) regionales Viru Valge o Saaremaa, y el saboroso licor
de hierbas Vana Tallinn (lit. "Viejo Tallinn").
Platos tradicionales
- Marineeritud angerjas, anguila marinada.
- Keel hernestega, otro aperitivo servido frío, cuyo ingrediente principal es lengua.
- Sült, carne de cerdo cocida.
- Verivorst (morcilla), es un embutido sin carne, producida principalmente con sangre coagulada y arroz, es de color oscuro. Es un plato estonio muy típico de invierno y en especial de la noche de Navidad. Se sirve acompañado de una jalea roja de frutos silvestres.
- Mulgikapsad, chucrut guisado con carne de cerdo, batido con patatas cocidas.
- Silgusoust, especie de arenque pequeño del mar Báltico.
- Karask, pan tradicional de Estonia.
- Kali, una bebida fermentada ligeramente alcohólica y adulzada.
- Vaesed rüütlid (en estón, caballeros pobres), similares a las torrijas.
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