La gastronomía eslovaca es una de las más viejas de Europa.
Tiene profundas raíces históricas. Está basada principalmente en carne de
cerdo, harina, patata, col y productos lácteos. Actualmente, la cocina eslovaca
tradicional tiene un excelente nivel, comparable con las grandes escuelas
mundiales.
Orígenes
La cocina eslovaca proviene de una región con condiciones
características climatológicas severas donde por lo menos tres meses del año
reina un intenso frío; ésta es una de las razones de la preponderancia de la
carne ahumada, patatas, col agria, productos lácteos y harinas, productos que
pueden fácilmente perdurar o producirse todo el año sin importar el frío o las
nevadas. De la misma manera, los antiguos eslovacos cosechaban la col durante
el otoño, la rebanaban, la mezclaban con especias y hacían col agria, una
poderosa fuente de vitamina C. La patata cosechada en octubre servía de
alimento básico durante el invierno al igual que la leche de vaca fresca o
agria. De pescado se consumía sobre todo la carpa.
Platos
La ensalada es un acompañante de la comida que nunca falta. Las más típicas son ensaladas de col blanca o roja, la ensalada de lechuga y la ensalada mixta de verduras con queso rallado. En los meses de invierno se sirve el chucrut (col agria) para acompañar el plato fuerte. Muchos platos con carne se acompañan de ensalada de patata «zemiakový šalát», hecha de patata cocida con su cáscara y luego pelada i cortada en cubitos, zanahoria, chicharros, cebolla, pepinillos, huevos cocidos y mahonesa.
La sopa de col agria «kapustnica» a base de carne ahumada,
hongos, ciruelas secas, chorizo y un poco de harina y crema agria, es la más
tradicional. Otras sopas típicas son la de pollo o de res (caldo) con fideo y
la «gulášová», preparada de carne de res, cebolla, patatas y pimiento molida
con mejorana.
En cuanto al plato fuerte se refiere, la cocina eslovaca es
un poco grasienta, pues se utiliza mucho la manteca en su preparación. Una de
las especialidades más típicas de la cocina eslovaca es la «halušky», una
comida hecha de harina y patata (Gnocchi) que se sirven siempre con otros
ingredientes más. Otros platillos populares son los «bryndzové halušky»,
elaborados con queso de oveja «bryndza» y trozos de tocino frito. Muy sabrosos
e igual de populares son el «kapustové halušky», hechos con col cocida y tocino
derretido. Existen innumerables variantes de estos platollos porque la cocina
eslovaca tiene una gran cantidad de variaciones regionales.
Otro plato representativo de la cocina eslovaca es el
«guláš», comida hecha con carne de res y cebolla con muchos ingredientes al que
pimiento molido y la mejorana le dan un olor muy especial y característico.
Muchos tipos de platos fuertes se consumen acompañados de «knedľa» - una pasta
hecho de harina de trigo y levadura.
Postres
Bebidas
Es casi obligado una buena cerveza hecha con la típica
receta eslovaca, que se considera importante como digestivo o una especie de
«quemador de grasa». En las regiones de viñedos - una copa de vino de buena calidad
acostumbra siempre acompañar la comida. Eslovaquia también produce buenos vinos
espumosos.
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